Por qué todos tenéis eso en la mirada.
No se imagina sin un cigarro en la mano.
Pelo lacio, por que se moja de noche.
¿Se ve color trigo ocasionalmente?
¿O solamente luce su toque cobrizo cuando miras?
No tengo nada que ofrecer.
Aunque una vez dije, también,
que tampoco tengo nada que perder.
Lo dices con el humo entre los labios.
Chico, que solo me he dado la vuelta
y ya estás contando lo mejor de mí
a lo peor de tí.
Si tú supieras...
Te recuerdo que sin eso
no hay más razón para este año.
Que en lo más oscuro, escondido,
está el secreto guardado,
uno de tantos, claro.
De esos que nunca te da por contarme
y a mí nunca por preguntarte.
El humo que yo fumo entre tus dientes
cobarde se me escapa
como tantas palabras
que nunca te digo
y que siempre te doy a entender.
Como tantos pensamientos que me guardo
para otro mes.
Y quizás, con suerte,
por casualidad,
te cuente los secretos
de mi mente.
Pero por hoy, último día de todo.
Te cuento que lo mejor de mí
adora a lo peor de ti
si es que lo hay.
En un día rojo.
Como el principio de todo.
Y el fin de nada.
Por que es ahora cuando todo empieza.
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